lOCURA DE AMOR

"LOCURA DE AMOR"
CAPITULO I



New York es espectacular pero los días pasaron rápido y llegó el día de mi regreso. Estando en casa fui en busca de noticias, tengo que saber que fue de él en estos días. Me escapé y fui a hablar con Rosa, la vecina, ella debe saber. “Hey, Jilary, ¿cómo estás? Gusto en verte. – dice Rosa. “Hola, Rosa. Muy bien.” La besó en la
mejilla. “Y qué, ¿cómo te fue?” “Pues muy bien” – le dije. “Rosa, dime, ¿has visto al amigo de Mónica? – le dije pues tenía que volver rápido. Me dijo: “Sí, a Bill, sí, lo he visto pasar, ¿por qué?” “Ah, Bill” - pensé. “No, por nada” – contesté. “Mira, Jilary, ten cuidado” “¿Por qué?” “Pues me enteré que Mónica está celosa de ti, dice ella que tú estás con su novio y si tu papá se entera vas tener muchos problemas”. – me dijo. “Ah, eso dijo, pero Rosa si yo ni siquiera lo conozco, nunca he hablado con él” – le dije. “Pues no se cómo, pero ella sabe que tú estás interesada en él, ¿es verdad eso hija?” – me dijo. “Pues sí, me gusta, pero…”.

No importa lo que dijera, todo era en vano. Era la culpable aunque en realidad no tuviese nada de que avergonzarme. Después de tanto pensar y ver lo injusta que era la gente al juzgarme, me decidí y llamé a Mónica. Hablé francamente con ella, sin rodeos. “Mira, hasta el momento ni siquiera me he acercado a tu novio. Pero ahora sí que te digo, no importa lo que tenga que hacer, lo voy a hacer, pero ese hombre va a ser mío.” – le dije.



Pasó el tiempo, todo estaba igual. Esta noche hay fiesta en la plaza pública, son las fiestas dedicadas al Santo Patrón. Hay mucha gente. La plaza es grande, bonita, tiene muchos árboles. Hay kioscos alrededor. Estamos mi hermana, mi gran amigo Rubén y yo echando chistes y dando vueltas por la plaza como tontos. De repente, lo veo en una esquina, está solo. “Este es el momento.” - pensé. Sin desperdiciar ni un segundo le digo a Rubén: “¿Conoces a aquel chico?” “Sí, es Bill, ¿por qué?” “Me gustaría conocerlo” – contesté. Rubén me lo presentó, lo saludé, me saludó y se marchó. Solo eso, no puedo creerlo tan cerca y tan lejos. Esta noche en definitiva no fue la mejor.



En mi casa somos muy hospitalarios, siempre alguien nos visita, amigos de mi papá, amigas de mi mamá. Tenemos una casa grande y varias veces hasta se quedan a dormir por varios días. Eso es normal para mí. Precisamente hoy tenemos una visita, una viejita que venía a comprar los ricos “limbers” que hace mi mamá. Mi mamá la mandó a entrar por que pobrecita ese sol calentando tan fuerte. La señora estaba tan contenta con nosotros que nos invitó a su casa, dijo que era una casita humilde, que vivía con su esposo y su nietesito, pero que le encantaría recibirnos, que no dejáramos de ir. Ni hablar mi mamá prometió que el sábado estaríamos allí sin falta.

Llegó el sábado y cuando llegamos a la casa, salió la señora a recibirnos acompañada de un joven. Aún no puedo creerlo pero era Bill. Todos la pasamos súper bien, pero ese día no fue el único, comenzamos a visitarnos frecuentemente. Bill y yo compartimos muchas cosas; cada segundo, cada día, cada instante para mí eran inolvidables. Un día salimos de la casa, él me iba a acompañar al carro. Estando de espaldas, sentí que sus manos me estrechaban en un tierno abrazo. Sentí el olor de su piel en mi piel. Volteé y lo mire, solo pude decir “Bi…” cuando sus labios tocaron los míos en un tierno beso, ese primer beso que tanto había soñado.