Amor Eterno

AMOR ETERNO



Capitulo I
Como todos los días, Paco salió de su casa con sus libros y cuadernos rumbo a su colegio luego de despedirse de su madre y agradecerle por el buen desayuno.
La rutina era la misma: La misma gente, el mismo perro guardián en la otra calle, el bus escolar de otro colegio, la tienda de la siguiente esquina con la misma gente que entra y sale; en fin, todo igual. Hasta el Parque Guardia Chalaca era el mismo (llamado así en homenaje a un grupo de civiles que en la guerra de la independencia de 1866 se constituyeron para la defensa del Callao). Al otro lado del Parque se ve el Colegio Nacional 2 de Mayo, (también llamado así en homenaje a la gesta gloriosa que en un día como ése, se consolidó la independencia).
Luego del colegio, el océano pacífico. El mar con sus rompeolas, y las aguas tranquilas de la playa Cantolao que refrescan las riberas de Chucuito, un típico sector del primer puerto del Perú (El Callao) lleno de yates y de veleros apostados en la rada del club náutico.
Paco (nuestro personaje), llegó pues, hasta el parque frente a su colegio y como era temprano se quedó en la esquina antes de cruzar la vía por donde circulaba el tranvía. Esperaba a alguien que no se apareció. Apesadumbrado y al ver que ya eran las 7.45 de la mañana apuró sus pasos para entrar al colegio.

-Hola Ernesto.- Saludó a su amigo y compañero de aula, dándole una palmada en la espalda.

-Hola Paco, ¿Qué pasó hoy? ¿No la viste?

-No, no la vi.- Contestó Paco con aire de tristeza. -Pero seguro que mañana sí la veré.

-Aja, Guillermo dice que la vio irse temprano.

Ernesto, Guillermo, César, Raúl, Jorge y Paco formaban en al aula de clases lo que se dice un verdadero grupo de amigos.
Ernesto era de nariz recta, cejas pobladas que le cruzaban por el ceño de la nariz, ojos de mira profunda, y al caminar se inclinaba hacia adelante. Guillermo era el más pequeño del grupo pero era a la vez el más "chancón", es decir, el más estudioso de todos, de cabellos muy negros, y con un lunar también negro y protuberante como una verruga que se asomaba por encima del labio superior, en el lado derecho. Durante las clases de Historia Universal entendíamos muy claramente el por qué el hombre descendía del mono pues al ver a Guillermo estaba la respuesta: su mirada y las facciones de la cara eran exactamente igual a las de un mono. Guillermo era par nosotros "el eslabón perdido".
César tenía siempre los labios húmedos por la manía de pasar su lengua a cada instante, era blanco y rengueaba de un pie, de allí el apodo de "Chester" por una serie de la televisión... César también era pequeño pero algo mayor que Guillermo; su deseo era ser abogado, profesión que logró al transcurrir el tiempo.
Raúl, era de raza inglesa, su abuelo paterno era descendiente del pirata Hawkins que asoló las costas del caribe y no pudo llegar al Callao, pero sus descendientes si lo lograron en el Perú independiente, sus ojos eran celestes voz gruesa, cabellos rubios, y corpulento de contextura física.
Jorge, un chico de ojos dormidos, tenía un ligero tartamudeo al hablar, de labios muy gruesos y prominentes, era el más "palomilla" (travieso) del grupo, pero también era muy humano y caritativo, con sus amigos de su barrio había fundado un club social para ayudar a los necesitados.
Paco era también pequeño, de nariz aguileña, cabello ondulado y de color castaño oscuro; era, si se quiere el más romántico del grupo, el escritor, el poeta, era también el que inspiraba esa sensación de amor que despertaba en el sexo opuesto. En las fiestas Paco se ganaba la simpatía de las chicas por el trato que les dispensaba al hablarles, y por la galantería de sus palabras, era además muy bailarín.



Acabamos de conocer a parte de nuestros protagonistas en esta historia, un grupo que van a ser testigos de una conmovedora historia de amor




Mariano Bequer
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AMOR ETERNO



Capitulo II
Cuando encontraron a Guillermo, éste les dijo que había visto a Cristina subir al tranvía de las 7.30 de la mañana para ir a su colegio. y notó que ella miraba hacia atrás como buscando a alguien de quien despedirse, mientras comentaba esto Paco ensimismado en sus pensamientos se imaginaba que "volaba" hacia la casa de Cristina y que al llegar a la esquina la vería en su ventana, le sonreiría, y ella le contestaría con la misma sonrisa, luego le entregaría un papelito a su prima (Rebeca era su nombre), y con voz temblorosa le diría: -Hola dale a tu hermana.

-No es mi hermana, es mi prima.

-Ah... ¿.y cómo se llama?

-(...)

-Bonito nombre para una bonita chica. Dile que me llamo
Francisco pero me gusta que me digan Paco.

-OK, se lo diré y a ella le gusta que le llamen (...).

- Dile que así la llamaré entonces.

-Vete porque mis tíos me pueden castigar. No te preocupes que le daré el papelito. Chao.
-Chao,...este...cómo te llamas?
-(...)
-Ah, chao (...)
-Y tú, como dijiste que te llamas?
-Paco.
Ah, chao Paco.
La prima cerraría la puerta y Paco a paso lento se retiraría de la casa de la niña de sus sueños, de "su chiquita". Trataría de ver a través de la pared a "su chiquita". Seguro que ella estaría tratando de hacer lo mismo para ver a Paco pues había oído la conversación de su prima con "el calladito". (Ella también lo había bautizado así).
El ruido de la campana del colegio lo despertó de su ensimismamiento.

Durante el recreo escolar de media mañana, y mientras sus amigos jugaban básquet, Paco sacó una hoja de su cuaderno, dibujó un corazón, una flor y escribió estos versos:

Como de piedra no soy,
algún día moriré
y a ti (...) querida
Muchos poemas te escribiré.
Dobló la hoja y la guardó en su cuaderno de Literatura. Cuando salió del colegio "voló" a la casa de Cristina y al enterarse de su nombre lo colocó en el espacio que había dejado en blanco. El diálogo de su imaginación de momentos antes se hizo realidad exactamente como lo había pensado.

Cristina tenía 14 años, era una linda muchachita con un par de ojitos muy negros, de tez aterciopelada, cabellos lacios, largos y de un negro azabache que le llegaba hasta la cintura, talle de sílfide, manos tiernas, llevaba sus 14 primaveras bien floridas, tenía una mirada de almíbar por lo dulce de sus ojitos. Su uniforme escolar lo componía una falda de tableros, blusa celeste de mangas largas, chaleco también azul marino y cuello blanco. Todo eso le daba un toque angelical a su figura juvenil y tierna.
Todos los días caminaba hacia la esquina de su casa frente al parque por donde paco debía pasar al dirigirse a su colegio. En ese trajinar diario Cristina había notado en Paco a un chico educado, algo tímido y, eso sí, impecablemente uniformado con ese uniforme kaki de los marines de los Estados Unidos y con la corbata bien puesta y metida entre el segundo y tercer botón de su camisa.
Con su prima Rebeca hablaba todos los días de Paco, aún sin saber su nombre se refrían a él como "el calladito".
-No sé qué hacer para que me hable.
-Ya sé (dijo Rebeca), cuando lo veas venir lanzas tu pañuelo al piso como por descuido y seguro que "el calladito" te lo alcanzará.
-¡Verdad Rebe,...! ¡Buena idea!.




¿Recogerá el pañuelo nuestro calladito, o su timidez le impedirá lanzarse?





Mariano Becquer
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AMOR ETERNO



Capitulo III

Rebeca era su prima menor y con 12 años era la más despierta en estos menesteres de llamar la atención de los chicos y además era la creadora de miles de argucias para lograr su objetivo.
Practicaron varias veces las posibles alternativas para llamar la atención de Paco.
Luego de dos días Cristina se decidió entablar el diálogo con Paco y su corazón latía desesperado; salió temprano hacia el parque para esperarlo y, por supuesto también al tranvía que la iba a llevar a su colegio. Pasaban los chicos del Dos de Mayo y le llovían piropos a Cristina y su prima Rebeca que hacían oídos sordos a frases como: -Hola guapas. -Hola ricuras. -Si nos esperan, aquí estamos dos para ustedes dos. Oían silbidos, fuiiifuiiiiiiuuu. . Imperturbables esperaban. De pronto a lo lejos Paco se apareció y se acercaba, al verlas se dijo para sí mismo: -¿Cómo hago para hablarle? Ya sé, le preguntaré la hora. Hummmm, mejor paso cerca y la tropiezo "de casualidad", le pido disculpas y le pregunto su nombre. Mejor paso sin hacer ni decir nada.
Estaba cavilando la forma de entablar conversación con Cristina y no se dio cuenta que ya estaba a dos metros de distancia de ellas, sus pies empezaron a temblar Cristina sentía lo mismo en ese instante. Un tranvía pasó veloz y se alejó rápido con su sonido estridente.

Estaba cavilando qué decir sin darse cuenta que ya estaba a dos metros de distancia y sus piernas empezaron a temblar. Cristina sentía lo mismo en sus pies. Un tranvía pasó y se alejó veloz con su ruido típico y estridente. Cristina ensimismada volvió en sí cuando Rebeca lanzó "sin querer" el pañuelo y le dijo a Rebeca, pero mirando a Paco: -Discúlpame, se me cayó.
Paco se inclinó para recoger el pañuelo y mientras lo tomaba con las manos, sus ojos vieron un premio muy cerca: las hermosas pantorrillas de "su chiquita" (como él había bautizado a Cristina). -¡qué bellas pantorrillas tiene mi chiquita.- pensó para sí mismo. Al levantarse, sus miradas se cruzaron y le entregó el pañuelo que Cristina recibió hipnotizada mirándole a los ojos. De pronto Rebeca rompe el silencio de esos dos corazones que empezaban a latir al mismo tiempo el uno para el otro. -Hola, gracias,
-No tienes por qué darlas.- Respondió Paco sacudiendo el polvo al pañuelo entregándoselo a Cristina, aprovechando al mismo tiempo para acariciar con sus dedos las tiernas manos de "su chiquita". Cuando Cristina sintió los dedos de Paco tocar sus manos, le dijo con voz temblorosa: -Gracias..., -Paco, ni nombre es Paco.
-Gracias Paco.
-¿Cómo te llamas?
-Cristina.
-Bonito nombre,...me gusta.
Rebeca interrumpió añadiendo: -Se llama Cristina pero todos le decimos Tina. Supongo que tu nombre es Francisco, verdad?
-Si... si, Francisco.- Respondió Paco sin dejar de mirar a "su chiquita".
Cristina al notar que Paco no dejaba de mirarla se ruborizó y le sonrió para disimular. - Se te hace tarde Paco. -No, no te preocupes Tina. Vamos a ser amigos, verdad?.
-Si Paco, si, si.- Adelantó Rebeca con cierta picardía y un mohín coqueto. -¿en qué grado estás?. -En el último de Bachillerato.- respondió "el calladito", -¿Y ustedes? -Yo en tercero y Rebeca en el primero de Bachillerato.- contestó Cristina con voz dulce.
La amena conversación fue interrumpida por el ruido de un tranvía que se acercaba.
-Me debo ir.- dijo Cristina con voz triste.
-Chao chiquita... perdón, chao Tina.- se corrigió de inmediato Paco que también se quedaba con tristeza.




¡¡¡Por fin!!! Nuestro calladito conoció a su chiquita y parece que los dos se gustan.




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Capitulo IV


Las primas subieron al tranvía y se sentaron del lado de la ventana en la que podían ver a Paco, se decían adiós con las manos mientras en tranvía se alejaba.
Paco corrió a su colegio y por suerte fue el último en entrar, pues de inmediato el portero cerró la puerta.

En el patio, y formando fila estaban sus amigos, Jorge al final por ser el mas alto y Guillermo delante de todos por ser el mas pequeño del grupo y del aula de clases. Ya formados todos los alumnos en el patio se oyó la voz fuerte y sonora de "Pecho de lata" (apodo con el que conocían en el colegio a Manuel Farfán), Capitán del Ej. Peruano, que daba instrucciones de orden cerrado: -¡Aaatención..! ¡¡Firm...! ¡A la derech...! ¡A la izquier...!. Instrucciones que todo el colegio obedecía de inmediato y de manera muy sincronizada, lo que era un orgullo para todos y especialmente para "Pecho'e lata".
Pecho'e lata era un capitán buena persona con todos los alumnos, muy tratable, al verlo comportarse muy bien con los alumnos daba gusto pertenecer al ejército peruano y todos lo imitaban en su ausencia. Era muy exigente y muy amigo de los del último año de bachillerato. Exigía a los alumnos el tener el uniforme limpio, planchado, muy bien puesto, zapatos lustrados y un comportamiento cónsono con el nombre del colegio al que había bautizado: "Dos de Mayo, el colegio más Gallo". El colegio tuvo su "Niño Héroe", éste era Leoncio Quispe que cursaba el tercero de bachillerato a la edad de 14 años. Murió después de salvar a dos hermanitos de morir quemados en un incendio cerca del colegio. El incendio sucedió en 1955; aquel día Leoncio llegó tarde al colegio y como castigo lo devolvieron a su casa. Al retirarse del colegio y ya rumbo a su casa con cara de pocos amigos, cundió la alarma de un incendio a pocas cuadras. Como todo curioso, fue a ver el incendio y al oír el griterío de la gente de que dentro de la humilde casita habían dos niños, sin pensarlo dos veces se metió a la casa lanzando sus libros y cuadernos al suelo, al cabo de unos instantes de angustiosa espera salió con un niño de 4 años en sus brazos, alguien lo recibió y de inmediato con el uniforme ya casi chamuscado se volvió a introducir a la casa saliendo luego con una bebé en brazos que estaba ya casi asfixiada. Un vecino la recibió y Leoncio se desplomó por el humo que había respirado dentro de la casa y que su cuerpo quemado no pudo resistir. Fue llevado al hospital mas cercano pero las quemaduras y el humo dentro de sus pulmones no permitieron que quede vivo. Falleció a los pocos instantes de llegar al hospital. Leoncio había salvado dos vidas sacrificando la suya.
Este "Niño Héroe" tenía un busto que, en su homenaje fue colocado en el Patio de Honor del colegio y "Pecho'e lata" lo ponía siempre como ejemplo.
En la fila del último año de bachillerato Ernesto y Guillermo preguntaban a Paco sobre su "chiquita", Paco muy serio por estar en la fila, reía por dentro lleno de felicidad pues había acariciado las manos de Cristina, Ya en el aula les contó a sus amigos con lujo de detalles lo sucedido con Cristina y su prima Rebeca.
Mientras iban en el tranvía, las primas conversaban sobre su primer encuentro verbal con Paco.
-Paco es guapo, ¿verdad Rebeca?.
-Si, Tina. Y vas a ver que mañana te estará esperando.- le contestó su prima con aire de confianza.
El día pasó normal y ya en la tarde luego de la jornada estudiantil, Tina abrió la ventana de su casa que da a la calle, colocó una mesita y una silla junto a la ventana y se sentó para hacer sus tareas escolares pero pendiente siempre de ver a Paco pasar por su casa.
Al sonar la campana de la salida en el colegio Dos de Mayo, Paco salió volando y dando un rodeo a su colegio se dirigió a casa de Cristina mientras Jorge, César y Guillermo le deseaban suerte, cruzando los dedos. Ya cerca, se acordó del poema que había escrito, muy rápido sacó el papelito y luego de releerlo, decidió hacer otro con los mismos dibujos de una flor, y un corazón. Se guardó en el bolsillo del pantalón el primer papelito y en el segundo escribió: Como de piedra no es mi vida
algún día moriré
y a ti Cristina querida
muchos poemas escribiré.
Al estar frente a la ventana de la casa de "su chiquita", la vio muy concentrada en sus tareas y muy despacito la llamó: -Psssst, pssst, holaaa.
Cristina volvió la cara y su corazón dio un salto de alegría y de sorpresa al ver "al calladito" que ya no era calladito. -¡Hola calladit...!, disculpa, hola Paco.- se corrigió de inmediato.
-Te traje esta hojita para ti, ojala te guste Cristina.- dijo Paco tímidamente.
-Dime Tina. -Ok Tina.- respondió él.
Le entregó el papelito y Tina le dijo con cariño: -Gracias Paquito, cuidado que mi papá te puede ver, mañana nos vemos en el paradero del tranvía.





Aquí tenemos a los dos jovencitos enamorados que apenas empiezan a conocerse y ya no pueden vivir el uno sin el otro





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AMOR ETERNO


capituloV



Le entregó el papelito que Tina recibió. -Cuidado que mi papá te puede ver.- Paco muy seguro de sí mismo le contestó: -Lo saludo y le digo que tiene una hija muy estudiosa y bonita.
Cristina le sonrió al darse cuenta del piropo recibido.
-Yo pensaba que eras calladito y veo que no. además eres muy gentil.- respondió ella haciéndole un guiño de ojo con cierta picardía. Paco no esperaba esa respuesta sin embargo asintió con un movimiento de la cara presionando al mismo tiempo sus labios, aceptando así el piropo recibido como respuesta al suyo.
-¿Quieres que venga mañana?
-Bueno, te espero a esta hora,
-Chao Tina- le dijo al tiempo que le extendía la mano y ella respondió de la misma manera. -¡Qué suaves son sus manos!- pensó Paco. -No me sueltes- pensó al mismo tiempo Tina.
Rápido se fue a su casa muy feliz, mientras "su pequeña" cerró la ventana después de verlo desaparecer en la esquina. Corrió a su habitación con el papelito en la mano. Lo abrió, lo leyó y al terminar de leerlo, lo llenó de besos. Paco había escrito su nombre con letra gótica este poema:
Como de piedra no es mi vida
algún día moriré
y a ti Cristina querida
muchos poemas escribiré.

En la cena de esa noche su padre la nota algo nerviosa y con voz paternal le preguntó: -Hijita, te noto nerviosa, te sucede algo?.
-No papi, no estoy nerviosa,... es que hoy me han pasado cosas lindas.
-Si tío, muy lindas cosas le han pasado a Tina- intervino Rebeca.
- Ah, claro, en el colegio me imagino.
-Si, si papi, en el colegio,... porque me dijeron que iba a ser delegada de aula- dijo Cristina tratando de disimular sus nervios por esta mentira.
-Te felicito hijita- asintió su papá pues se ve que eres muy estudiosa y muy bonita.
Cristina recordó en ese momento las palabras de Paco cuando le dijo que respondería a su padre que tenía una hija muy estudiosa y bonita. Más nerviosa se puso Tina. Pero lo supo disimular.
Mientras su madre, mujer al fin, intuía otra realidad, pues había observado a Tina en su conversación con Paco sin que los dos jóvenes lo notaran. Además había visto sin querer los besos que Tina daba al poema de Paco. Se acercó y calladamente acarició a su hija en la cabeza.
Cristina respiró aliviada mientras Rebeca (su cómplice) casi la traiciona sin intención cuando dijo con ingenuidad femenina e infantil:
-Es que hoy Tina conoció... -se calló de inmediato.
-¡A quién...!
-Tío, hoy Tina conoció... su virtud de ser delegada pues,... delegada de aula.
-Ah, claro, claro, es estudiosa y esa es una buena virtud.
-Gracias papito- le respondió Cristina mientras con su pie le daba una fuerte pisada a su prima Rebeca por debajo de la mesa sin que su padre lo notara.
-¡Ay...me pisasteee...!!
-Disculpa Rebequita, fue de casualidad.- respondió Cristina como reclamándole.
-Gracias papito- dijo Cristina pisando a su prima por debajo de la >mesa sin que su padre lo notara. -Ayyyy...!! -Disculpa Rebe, te pisé sin querer, le dijo Cristina con una sonrisa llena de ironía y a manera de venganza. Al acabar la cena, las primas se fueron a su habitación y allí Tina le reclamó a Rebeca, -¡Casi le dices a mi papá,... por qué...!! >-Discúlpame Tina,...es que...te quise ayudar. -Sí, sí, un poco más y le dices no...?, la próxima ves agarro unas tijeras y te corto la lengua- y se sonrió pues entendió la >ingenuidad de su primita. Rebeca que para todo era muy lista se sonrió y le dijo: -No importa que me quede sin lengua, ¿no sabes que con los ojos y las manos también se habla? jajajaja.- Rieron las dos al mismo tiempo. Paco llegó a su casa y ya su madre le tenía preparada la merienda. Un beso de hijo y un beso de madre sellaron el encuentro. -¿Cómo te fue hoy hijito? -Bien mami, bien. Su madre le preguntó, con esa filosofía materna: -¿A qué le llamas bien...?. Paco no supo qué responder y luego de unos segundos de mirar hacia arriba como quien busca ayuda divina, sólo atinó a decir: - es que eso quiere decir que no hice nada que estuviera malo. Luego de conversar de cosas del día y de la sabrosa merienda, Paco abrazó a su mamá y le dijo: -Mamita, tengo 17 años y como mi papá se murió cuando yo tenía 5 años, entonces eres desde esa fecha como un padre también para mí. Gracias por ese amor de madre que me das a diario y también gracias por ese rigor y rectitud de padre que también recibo de ti.. Me has enseñado miles de cosas que mi papá me pudo haber enseñado y gracias mamita por hacer de mí un hombre de bien. Te quiero mucho mamita- La abrazó con mucha ternura filial y la llenó de besos. A su madre se le nublaron los ojos al recordar a su esposo que había fallecido hacían ya 12 años. Educó a sus hijos con entrega, sacrificio y abnegación como sólo una madre lo puede hacer. Luchó sola desde que se quedó viuda y sus cuatro hijos supieron responder con sus triunfos a ese amor materno y divino que su madre les prodigaba.




Paco debía contar a su madre sus planes para la Fiesta de graduación, pero su mamá había luchado mucho por ellos y temía que no le gustase la idea de que fuese con una desconocida.





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Capitulo VI


Paco le contó a su madre de los planes en su colegio para la fiesta de graduación. Se necesitaba tener una pareja para la fiesta y de sus amigas del barrio ninguna le gustaba. -¿Sabes, en la fiesta de graduación debo ir con una pareja pero de acá del barrio ninguna me gusta. - ¿Y Carmencita...? -Es muy creída. -¿Y...Rosita...? -Jajajajaja, mamita, es muy flaquiiiiiiita, es puro huesiiiito y no sabe bailar. Estoy pensando en hablarle a...- No terminó de hablar porque su madre le interrumpió: -¿Flor de María...? Es una buena chica, muy sana, muy educada. Tú sabes hijito que su mamá le enseña siempre buenos modales y además es estudiosa y muy alegre. He notado que tú le gustas. -Hummmm... no sabía que se había fijado en mí, pero... ya es tarde para ella. -¿Por qué hijito? -Pues... pues,- Paco se rascó la cabeza porque no sabía cómo decirle a su mamá la forma en que conoció a Tina y que ella le gustaba. Tenía cierto temor que a su mamá no le gustara su decisión por el hecho de que ella no conocía a Tina, ni cómo vivía, ni cómo era su familia. En fin no conocía a la chica que había conquistado el corazón de su hijo. -Dime hijito- Le dijo su madre con esa ternura maternal innata en todas las madres del mundo -¿Cómo conociste a esa chica?- Paco le comentó a su mamá la forma en que la había conocido y que había pensado en decirle a ella para que sea su pareja en la fiesta de graduación. Luego de la conversación, Paco sintió como que se había quitado un peso de su conciencia porque por fin su madre se enteró de sus sentimientos amorosos. Ya no era un niño, ya era un hombrecito que tenía derecho a amar a quien le dictara su corazón y deseaba tomar sus propias decisiones respecto a su vida sentimental. -Está bien Paquito.- le dijo su madre aceptando la realidad. Su hijo empezaba a enamorarse y debía ella de aceptarlo. Paco recibió muchos consejos de su madre y guardó en su corazón las sabias palabras que sus oídos escuchaban salidas del corazón materno. Prometo no defraudarla. Luego de sus tareas escolares se fue a descansar a su cuarto.
Bueno... ya estoy aquí, ahora a esperar.
Se acomodó la corbata de su uniforme y se arregló la cadeneta que en forma de trenza llevaban los del quinto año entre la hombrera izquierda que, pasando por debajo de la manga, lucían los colores verde, amarillo y rojo, colores del colegio.
Paco, si se quiere, tenía porte militar y su colegio era famoso por la bande de música y por los 31 batallones de alumnos que en las fiestas de aniversario patrio desfilaban por las calles principales de la ciudad. Era el colegio que cerraba con broche de oro los desfiles escolares y su banda de música era designada siempre para tocar las marchas en los desfiles..
El colegio de Cristina era, así mismo, la versión femenina del colegio de Paco, se llamaba Colegio Nacional de Mujeres General Prado en homenaje a un héroe y presidente peruano. El hermano de Paco había estudiado en el "Dos de Mayo" y sus hermanas en el "General Prado". Por eso había algo en común entre Cristina y Paco que meditaba estas cosas para tenerla como tema de conversación con los padres de Tina si salían a conversar con él.
De pronto oyó una voz: -Paco, espera,... ya voy-, era la voz de "su pequeña". Rebeca Había entrado a las habitaciones para apurar a Cristina.
Tina apareció en la sala, Paco no sabía qué hacer,... si mirarla, abrazarla, besarla. Ahí estaba ella tan hermosa, tan bella, tan linda, tan dulce, tan tierna, con su sonrisa de ángel, como un regalo de Dios a sus ojos y a su corazón enamorado.






Paco, cada día estaba más enamorado de su Cristina y todo parece ir de maravilla





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Capitulo VII

-Tina... Tina... hola -dijo nerviosamente- aquí estoy como te prometí ayer-. Le tendió la mano que Tina aceptó, sus cuatro manos se entrelazaron y Tina siempre con su sonrisa respondió - Hola Paco, sabía que no me fallarías. Se dieron un suave y tierno beso en la mejilla. Paco recibió además el sabroso aroma con el que Tina se había perfumado.
-Hola Paquito-, repitió nuevamente Cristina- Te llamaré así, ¿estás de acuerdo?.
-¡Sí,...sí,... de acuerdo! gracias por permitirme que esté acá, dentro de tu casa.
-Mis padres salieron al cumpleaños de mi abuelita y regresarán ya en la noche. No te preocupes, le hablaré a mi mamá de ti, le diré que eres mi amigo y... otras cositas más.
-¿Como qué cositas mas...?
-Ejmmm,... cosas de mujeres Paquito.
-Ahh,...te entiendo.
Rebeca se presentó en la sala con la gaseosa y las galletas que había comprado en la tienda cuando se encontró con Paco.
-Discúlpanos lo poquito- dijo Tina.
-No se preocupen, no esperaba esta fina atención.
-Para un caballerito como tú, deseábamos lo mejor, pero...
-Gracias Tina por tu atención, sabes?...quisiera que me digas con tu corazón si mi poemita te gustó.
-Si Paquito, soy muy romántica y me gustan los poemas, especialmente las Rimas de Bécquer.
-Pues entonces te escribiré muchas poesías Tina.
-Paco,... ¿Cómo te apellidas... Bécquer?... jajajajajaja.
-Jajajajajaja... no, no,... mi apellido es el apellido de Adán, jajaja
Rieron los dos mientras Rebeca estaba muda y no dejaba de mirar a Paco.
Por su lado, Paco no dejaba de mirar a Tina.
De pronto Rebeca les dijo: -Siéntense que se van a cansar si se quedan de pie. Y,... suéltense,... que no se van a perder,... jajajaja.
Recién Tina y Paco repararon que estaban tomados de la mano desde hacía ya rato. Se sentaron, hablaron de muchas cosas, del colegio de cada uno de ellos y mientras eso sucedía, Rebeca discretamente entró a su habitación para hacer sus tareas escolares.
Los dos jóvenes se contaros el ardid que cada uno había tramado para entablar conversación y conocerse; el ardid del "pañuelo caído" de ella, el tropiezo "sin querer" de él. Y rieron al entender que ambos habían buscado la forma para conocerse. Luego Paco le preguntó: - ¿Por qué nos pasa esto Tina...?. El sabía de antemano la respuesta. Claro es que ella le gustaba y ahora le gustaba más.
Tina le dijo: -Nos pasas esto porque Dios lo está disponiendo así. El dispone de tu vida, de mi vida, de nuestras vidas, ¿no crees?.
Paco pensó que ella le estaba diciendo que Dios iba a unir sus vidas, y estaba en lo cierto. Estaba de acuerdo con ella, pero... y si Dios disponía de sus vidas en forma separada?
Sólo el tiempo tendría la respuesta.





En estos momentos solo les importaba su felicidad, ellos dos, el futuro no existía, solo el presente, el momento en que se amaban.





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Capitulo VIII
-Está bien mamita, cuando termine voy.
Al concluir el lavado de los utensilios usados en el desayuno, y algo nerviosa, Tina fue a ver a su madre que ya estaba terminando de arreglar la habitación.
-Ah Hijita,... ¿terminaste?
-Sí mami.
-Siéntate y acomódate- le dijo doña Julia acariciándole el cabello, ese cabello azabache que era también motivo de inspiración de Paco para escribirle bellos poemas.
-Hijita, ya tienes catorce años, y cuando cumplas 15 te haremos una fiesta para que guardes en tu corazón ese momento, el más maravilloso de tu vida.
Cristina que escuchaba con atención suspiró aliviada pero al mismo momento se emocionó hasta las lágrimas y le dijo a su mamá: -Mami, las mujeres tenemos varios momentos maravillosos en nuestras vidas y seguro que tú sabes cuales son, ¿verdad?
-Hmmmm... Pues...sí Tina, siempre hay uno y ese momento para mí fue cuando me casé con tu papá.
-¿Y cuando él se te declaró?
-Bueno... ese también.
-¿Y cual de los dos fue el más maravilloso?
Doña Julia tragó saliva pues su condición de madre aunada a la pregunta de su hija le hacía ver que Tina se había enamorado. La abrazó y mirándole a los ojos le preguntó:
-¿De quién te has enamorado hijita?
Tina titubeó y también le tocó tragar saliva, quería escapar de los brazos de su madre e ir a refugiarse a los brazos de Paco. Le contó a su madre con lujo de detalles todo lo que su corazón sentía por Paco, por ese chico educado y de sinceras palabras, alumno del colegio "Dos de Mayo". En fin le dijo a su madre el nombre del chico que había conquistado su corazón y finalmente le dijo: -Por eso te digo mamita que ese es el momento más maravilloso. El momento cuando una se enamora por primera vez, es decir "el primer amor", de aquel amor que llega a lo más profundo del sentimiento y que nunca se olvida. No sé si me equivoco pero para mí ese es el momento más maravilloso de mi vida. Tú sabes mejor que yo que el primer amor es eterno porque es el que te despierta y te lleva ese mundo de felicidad.
Doña Julia escuchaba emocionada a su hija y comprendió, entonces, las palabras de Tina mientras por su mente aparecían escenas de su primer amor, que no era precisamente el papá de Tina, era un chico apuesto y muy trabajador que murió al año de ser novio de ella. Realmente era también su amor eterno.
Después de conversar de muchas cosas acordaron que Tina le iba a presentar a Paco en caso que él le declare su amor. Ya Tina sabía que Paco estaba enamorado de ella como ella de él. Sólo era cuestión de tiempo.







La madre de Cristina parecía no tener inconveniente…¿Qué pasará pues? ¿Serán felices??





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Capitulo IX

El lunes Paco se alistó con su uniforme planchado y limpio, se perfumó, y bien peinado se despidió de su madre al acabar el desayuno para irse al colegio. Después de haber avanzado dos cuadras abrió su cuaderno de literatura y no encontró el poema que iba a entregar a Tina, regresó corriendo a su casa y como un bólido entró a su cuarto para buscar la hoja con el poema, la había guardado pero no recordaba dónde. Su madre al verlo le preguntó: - ¿Qué buscas hijito...?
-Una tarea, mami, que debo llevar al colegio.
-¿Una tarea?
-Síii...
La mamá había entrado al dormitorio de Paco y al ordenarlo encontró en el suelo la hoja con el poema y su dibujo. Se la mostró a Paco y le dijo. -¿Es ésta?
-¡Sí mamí es esa...es...esa.... respondió Paco con nerviosismo
-Hijo, qué hermosa tarea, seguro que te pondrán 20 puntos.
-Si, si mamita... eso espero...- y salió veloz como un rayo.
Al llegar a la esquina de su colegio vio a Tina y a Rebeca. Se acercó presuroso y dándole un beso en la mejilla a Tina y la mano a Rebeca les dice: -¡Hola!
-Hola Paquito, pensé que me habías olvidado.
-Ja, ja, ja, nooo, no digas eso nunca, nunca lo haré- y en silencio dijo para sí mismo: -es que eres y serás mi amor eterno.
¿Y para mí no hay beso? Dijo Rebeca.
-¡OH, sí, disculpa Rebequita!. Le dio un beso en la frente.
-¿Y por qué a mí en la frente y a Tina en la mejilla ah...?
Paco se sorprendió por la pregunta y sólo atinó a decir: -Es que... eres pequeñita pues.
Dirigiéndose a Tina le dijo: -Tina, te prometí un poema y acá está, lo he escrito con todo el cariño del mundo y espero que te guste- le entregó la hoja, la abrazó con ternura y le dio un beso en cada mejilla.
Tina se sentía en el paraíso, y al estar en los brazos de Paco recordó que el sábado anterior quería escapar de los brazos de su madre para estar en los brazos de Paco. Su deseo se estaba haciendo realidad, y además estaba respirando el perfume sabroso que Paco se había echado, no quería que la dejara de abrazar, pero al llegar el tranvía tuvo que hacerlo y le dio un beso muy romántico a Paco que también se sintió en el paraíso.
Raúl y César vieron la escena romántica porque en ese momento también llegaban al colegio.
-Hola Pirata, hola Chester- les dijo Paco en son de broma.
-¡Hola galán...! Ja, ja, ja- dijo César y rieron todos.
-Ya veo que estás progresando Paco, jejeje.
-Sí César, creo que de esta semana no pasa- respondió Paco.
Se fueron conversando abrazados los tres amigos hacia el colegio.
Luego de la formación preliminar en el patio del colegio, se dirigieron al salón de clases y la conversación obligada era la escena que momentos antes habían visto César y Raúl y entre todos le gastaban bromas a Paco. César, Raúl, Jorge y Ernesto tenían sus enamoradas cada uno y Guillermo decía siempre que su enamorada era su libro. Claro, lo decía así porque era el más estudioso del grupo.
En el recreo de media mañana mientras jugaban ajedrez en el club escolar, Paco recordaba a cada instante en su encuentro con Tina y en los besos que intercambiaron. En silencio pensaba: -La próxima vez le doy el beso en la boca.
Estaba ensimismado y por eso estaba perdiendo la partida de ajedrez.

Al subir al tranvía, Tina y Rebeca se sentaron en el asiento que daba al lado izquierdo para poder ver a Paco y cuando él las vio Tina le envió un beso volado, Paco hizo ademán de capturar el beso en el aire y mientras en tranvía de alejaba rieron los dos y se hacían señas de adiós con las manos.
Tina, nerviosa y a la vez emocionada, abrió la hoja y empezó a leer:
Lo más hermoso

Siempre que a mi colegio me dirigía
una linda chica me miraba
y de azul vestida siempre estaba
esperando que llegue el tranvía...

Leyó el poema completo, se sonrió de felicidad, dobló la hoja, la apretó contra su pecho y pensó: -Me quiere, y ahora lo sé. Yo también lo quiero y él lo debe de saber.
Le dio la hoja a Rebeca que al leerlo le dijo: -¿Ves? Te dije que él te quería, ¿Ves? no me equivoqué.
Conversaros las dos de tal manera que sin darse cuenta se pasaron dos paradas del tranvía. Tuvieron que bajarse y regresar corriendo porque ya era casi tarde. Cansadas y sudorosas llegaron a tiempo porque casi instantes después la portera del colegio cerraba las puestas de entrada. Afuera quedaron algunas alumnas.







El amor limpio de estos jovencitos, ya empezaba a verse en sus amorosos actos





Mariano Becquer
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AMOR ETERNO X

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MensajePublicado: 16 Jan 2007 8:25 pm Título del mensaje: AMOR ETERNO X Responder citando Editar/Borrar este mensaje Borrar este mensaje Ver dirección IP del autor Reportar mensaje






AMOR ETERNO


Capitulo X


Ese lunes a las cuatro y treinta de la tarde salieron los alumnos del colegio y Paco emocionado se dirigió a casa de Tina, no sin antes despedirse de sus amigos. Efectuó el rodeo de siempre y al llegar a casa de "su pequeña" vio la ventana cerrada, señal que ella no estaba. De pronto, y mientras trataba de ver a trabes del vidrio de la ventana, salió doña Julia a regar las flores de su pequeño jardín. Al ver a Paco le dice: -Hola jovencito, ¿a quién buscas?
-Bue... bue... buenas tardes señora- dijo Paco sorprendido -sólo pasaba y le traigo prestado este libro a Cristina.
-Ella no está, pero dame el libro que cuando llegue se lo entrego.
Paco extendió la mano con el libro que doña Julia recibió y sorprendida le dice. -¿Este libro... y para qué? Ella no lo necesita.
Paco se puso rojo de pura vergüenza...
Paco se puso rojo de pura vergüenza, le había entregado el libro de Instrucción Pre-Militar, libro que sólo lo necesitaba en los colegios de hombres. Por supuesto que Tina no lo necesitaba.
-Bue... bueno, no sé señora, pero ella... me lo pidió- dijo Paco muy nervioso. Ambos tenían el libro en las manos al mismo tiempo y por intuición Paco volteó la cara y vio venir a Cristina que llegaba del colegio. -Disculpe señora ya viene Cristina, le voy a entregar el libro. Doña Julia soltó el libro y dejó que Paco se acercara a Tina y siguió regando sus flores.
-Ufff... mi pequeña, menos mal que llegaste a tiempo, ufff, ufff.
-¿Qué pasó Paquito...?
-Tu mamá me pilló.
-Shhhhh, Hola mamita- dijo Tina dirigiéndose a su mamá.
-Hola hijita, este jovencito te trae un libro de Instrucción Pre-Militar, ¿para quién es?
-Mami- se sorprendió Tina que sintió un suave golpe en la espalda que Paco le dio -Mami, es para José pues, él no tiene el libro y en su colegio le pidieron, ¿recuerdas?
-Ah... sí es verdad- contestó doña Julia.
-Sí tía- dijo Rebeca- lo necesita para estudiar porque tiene que entregar un trabajo.
La seguridad con que Rebeca hablaba convenció a doña Julia pues José era el primo hermano de Tina y fue la tabla de salvación que usó Tina para salvar del apuro a Paco.
-Bueno jovencito, gracias.
-De nada señora, mi nombre es Francisco pero todos me dicen Paco y estudio en el colegio Dos de Mayo, estoy ya en el quinto año y soy amigo de Cristina y de Rebeca.
Le extendió la mano con respeto, acción que fue respondida de la misma manera por doña Julia.
-Ahh... tú eres Paco, ya Tina me ha hablado de ti.
-Sí mamita, el es Paco y voy a conversar unos instantes con él.
-Bueno, no te demores mucho, los dejo- Doña Julia entró a su casa luego de sonreír a los dos porque ya Rebeca había entrado hacía unos instantes.
Ya solos, Tina y Paco dieron rienda suelta a una larga conversación en la que Paco le comentó todo lo sucedido momentos antes y de la aparición salvadora de Tina para sacarlo de esos momentos de apremio. Por su parte Tina le comentó que estaba desesperada para llegar a su casa temprano y poder encontrarse con él.
Como se vé, ya ambos coincidían y coordinaban acciones para resolver imprevistos, ésto era un buen augurio para el amor y la atracción que ambos se sentían.
De pronto Paco le tomó de la mano a Tina, se miraron a los ojos y él le dice muy suavemente al oído:
-Eres lo más hermoso.
-Gracias por el poema Paquito, escríbeme otro, ¿me lo prometes?.
-Sí mi pequeña, te lo prometo.
La acercó a su pecho, la abrazó y con su mejilla acariciaba el suave, hermoso y lacio cabello negro de Tina. Ella alzó la mirada y sus labios se buscaron. ¡Por supuesto que se encontraron!. Era el primer beso de amor que ambos experimentaban en su vida. Eran debutantes, principiantes, primerizos si se quiere en estos menesteres.
Con ese beso se dijeron todo lo más hermoso que pueden decirse dos seres que se aman. Sus corazones latían a millón, la bilirrubina estaba al máximo, no se querían separar.
-Amor, te amo mucho, mucho pero no quiero que llegues tarde a tu casa, tu mamá te espera y no quisiera que por mi culpa te vuelva a regañar.
-Si amor, me voy, me voy feliz, te amo también mucho, mucho.
Y se despidieron con otro beso, cuando de pronto:
-¡Tinaaa...!
-Si mami, ya voy, me estoy despidiendo.
Doña Julia salió justo en el momento en que ya ambos se habían separado.
-Señora, ha sido para mí un honor y placer conocerla.
Paco le dió la mano con respeto y se retiró.
-Chao Paco- le dijo Tina. -Chao am... chao Tina- respondió Paco que casi se equivoca.
-Hasta luego jovencito- añadió doña Julia.
Paco muy feliz llegó a su casa y al entrar vió a su madre que, sentada en la máquina de coser,
confeccionaba un vestido de primera comunión para la hija de una de las vecinas.
-Hola mamita, ya estoy acá.
-Hola hijito.
Un beso en el cabello canoso materno selló el encuentro entre madre e hijo.
Paco le contó a su madre lo sucedido con Tina y doña Julia.
-Hijito, todo está bien pero no te vayas a enfrascar en el amor, ya tienes diecisiete años y debes seguiur estudiando para que seas un buen profesional y tu novia se sienta orgullosa de tí .
-Si mamita, eso haré, te lo prometo.
-¿Y la mamá de ella ya lo sabe?.
-Aún no, pero estoy seguro que Tina se lo dirá..
-Bueno hijito, te recuerdo que todas esas cosas no se deben ocultar, es mejor que los padres nos enteremos por labios de nuestros hijos y no a travez de otras personas. Si tu noviecita aún no le ha dicho nada a sus padres, entonces es tu deber hacerle saber que se lo debe decir para que sepan ellos que tienes buena intención con su hija y no que crean que eres un chico que se quiere aprovechar de ella.
-Si mamita, mañana le pregunto, y si no le ha dicho nada entonces le pediré que lo haga.







Ufffff esto promete, los papás ya se están poniendo en la historia, veremos que pasará mañana




Mariano Becquer
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AMOR ETERNO



CAPITULO XI
-Tina, ese muchacho Paco se vé muy bien educado, y además es muy respetuoso.
Tina se sintió feliz al oir el concepto que doña Julia empezaba a tener de Paco. Era una buena oportunidad para confirmarle sus sentimientos y decirle a su madre que por eso estaba enamorada de él.
-Además hijita, veo su uniforme limpio, planchado y bien presentable, además de muy educado.
Tina se sentía en el cielo y con la emoción de sus quince años le dice a su mamá.
-Mami, Paco me gusta mucho, es un buen chico, es estudioso, educado y respetuoso con todas las personas y... y... creo que yo también le gusto.
-¡¿Qué...?!
-Si mamita, creo que le gusto, es decir... le gusto pues mami- dijo Tina con un tonito casi infantil.
-¿Y cómo lo sabes?
-Me lo acaba de decir.
-Bueno, pues, que hable con tu papá cuando llegue.
-¿No estás molesta mamita?
-No hija, no, pero... debes estudiar primero.
-Claro mamita, claro. Quiero darte una hojita que Paco me dió.
Y le entregó a su madre el papel con el poema. Doña Julia lo leyó y le gustó la delicadeza con que Paco hablaba de su amor por Tina y repitió en voz alta: "-Y entre ella y yo, lo más hermoso nació".
-Bonito el poema, y espero que tenga un sentimiento similar hacia tí.
-Si mami. Te cuento que en la fiesta de su graduación me va a llevar como su pareja de baile...
Su madre le interrumpió no dejando que Tina le comente todo lo referente a la fiesta y al permiso que le iba a solicitar.
-Okey hijita, okey, okey... ya te dije que hable él con tu papá.
-Bueno mamita, le diré.

Un mes había transcurrido ya en la que ambos jovenes habían madurado ese amor juvenil y primero para ellos. La fecha para la fiesta de graduación de Paco ya se acercaba y todo era emoción para los dos porque cada día descubrían cosas nuevas al manifestarse su amor y porque ya sus padres sabían de sus relaciones y además ya el permiso para que Tina acompañe a Paco al baile de graduación había sido concedido. Nunca se olvidarían de aquel lunes doce de noviembre de 1964. Era primavera en El Callao, primer puerto peruano. Se habían prometido amor eterno y nada vislumbraba lo que estaba por venir. Sólo veían en el horizonte de sus vidas una felicidad infinita; ya en ese mes de noviazgo Paco le había escrito varios poemas y le entregó un poema titulado "Dedicatoria". Le entregó el poema a Tina que con emoción leyó:
-Con mi amor eterno, para tí Cristina.
¿Sabes ahora a quién le canto?
¿Sabes ahora a quién más quiero?,
A tu nombre dulce y santo
Cristina.
También a tus bellos ojos
y a tus negros cabellos
de los que flluyes sin enojos
la luz divina.
Cuando leas estor versos
verás que tienen ellos
deseos buenos y tersos
de amar.
como las paredes a las hiedras,
como besan las seguidas olas
a las abundantes piedras
del mar.
No siguó leyendo, pues se emocionó al saber de todo ese amor que sólo un corazón enamorado de verdad puede manifestar. Abrazó a Paco con mucha fuerza como para no separarse de él. Paco la abrazaba y besaba. Besaba sus cabellos, su frente, sus ojos, sus manos, y por supuesto... sus labios. Siguieron otros poemas: "Tus labios", "Tus manos", "Colegiala", "El amor de la Costa", poemas que cada vez que Cristina los leía, se amocionaba y se acrecentaba el sus sentimientos un amor profundo hacia aquel chico que ella una vez pensó que era calladito.






No se pierdan mañana el último capitulo de AMOR ETERNO, un amor para la eternidad




Mariano Becquer
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AMOR ETERNO XII
FINAL

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MensajePublicado: 16 Jan 2007 8:41 pm Título del mensaje: AMOR ETERNO XII Responder citando Editar/Borrar este mensaje Borrar este mensaje Ver dirección IP del autor Reportar mensaje






AMOR ETERNO



CAPITULO XII

A los dos dias siguientes, es decir el catorce de diciembre y después de recibir la visita de Paco,
Tina se encontraba jugando con sus prima Rebeca y su hermanito menor que tenía 7 años de edad. Era perseguida por Rebeca y en medio de la persecución salió coriendo de la casa, llegando a la puerta de la calle no se pudo detener y trató de atravesar la calle pero con tan mala suerte que un carro pasaba en ese momento y la atropelló lanzándola a cinco metros. Se formó un tumulto de gente. Rebeca gritaba. Su hermanito lloraba asustado. Tina, tendida en medio de la calle aún respiraba mientras que de sus oídos salía un finísimo hilillo de sangre. Fué llevada con la urgencia del caso al hospital Carrión, el más cercano a su casa. Jorge, el amigo de Paco que pasaba por el lugar vió el tumulto de gente y al acercarse a indagar el motivo y enterarse que era Tina la persona herida fué corriendo a casa de Paco a avisarle . Eran las ocho de la noche. Paco quedó mudo. Hacían dos horas que se habían despedido y no daba crédito a lo que escuchaba. Corrió al hospital y encontró a su pequeña en la Unidad de Cuidados Intensivos toda llena de tubos y conexiones a los aparatos médicos. Se le salían las lágrimas. Le tomó las manos, con ternura las besó y le dijo llorando: -¡Tina, amor mío, no te me mueras por favor...! Nos prometimos amor eterno, ¿recuerdas?. No pudo contenerse y rompió en llanto, se entregó a ese llanto de dolor que se siente cuandose vá el ser amado a formar parte de la corte celestial.
Una semana estuvo luchando Tina para responder a Paco y decirle con toda seguridad que ella también lo amaba y que no lo dejaría por nada del mundo. Pero sus ojitos, sus bellos ojitos negros no se abrían, sus labios no pronunciaban palabra alguna, sus manos no podían aferrarse a las de él, Estaba en coma profundo. Era el inicio del irremediable viaje sin retorno. A la semana exacta entregó su alma a Dios sin poder despedirse de Paco. Y no se despidió porque cuando el amor es eterno no existe la despedida. No existe "el adios". No existe el "hasta luego". Cuando el amor es eterno lo lleva siempre uno consigo, en el alma, en el recuerdo, en el corazón. Sobre la tumba de Cristina, en la lápida de mármol que proteje su cuerpo, aquel cuerpo hermoso de una jovencita enamorada, aparece grabado como epitafio un poema ysu autor es Paco.
El poema es este:

AMOR ETERNO
La tarde será siempre triste,
reclamando tu presencia,
muy triste por tu ausencia,
muy triste... porque te fuiste.

Ahora te acompaña la soledad
y a mí me acompaña la tristeza
porque tú y tu nobleza
me han dejado en la orfandad.

Ya no tengo quién mis poemas aclame
ni quién responda a mis sonrisas,
ya mi vida está hecha trizas,
no habrá nadie que la reclame.

Con mi cabeza agachada
estube la madrugada
haciéndote compañía
rogando a Dios por tu alma Cristina mía.

Ahora aquí, en el camposanto
te ofrendo esta poesía
porque te amo tanto
y porque sé que aún me amas Cristina mía.





Y pasaron los años y Paco sigue soñando con su Cristina.




Mariano Becquer
Derechos Reservados -- Autor
Julio 2005