Abrazando un alma

Yo suelo escribir(me) mucho. Cuando me ahogo, cuando estoy feliz, cuando tengo dolores profundos o cuando mi alma sana, yo escribo. No tengo un diario convencional, aunque sí exista un cuaderno que contiene pedacitos de mi alma. Algunas veces podría escribir mis líneas sin palabras o con tinta invisible, mientras cada uno de nosotros busca un alma con quien compartir un abrazo, sumergir mi propia alma en ese abrazo "el abrazo entre seres que desnudan sus almas y las funden".

Y mientras recreo la escena en que nuestra alma se desnuda, pienso que es la única evidencia de nuestra desnudez, porque nos sentimos más vestidos que nunca en nuestra alma desnuda, mientras me dejo fluir en mi experiencia, siento que no estoy solo y que el mundo está lleno de seres que saben amar y abrazarse así mismos en otros. Y me pregunto ¿A cuantas personas somos capaces de querer? Y nos quedamos mudos ante la respuesta que nace en nuestro interior.

Y vuelvo a pensar en que también el amor es tabú en nuestra sociedad, igual que la muerte, o el sexo y pienso que quizás la vida sea el mayor tabú al que hemos de enfrentarnos. Pero regreso a ese abrazo y me olvido de toda razón y es allì cuando mi corazón empieza a sentir con toda la intensidad de que es capaz y es entonces cuando se hace inminente mi necesidad de dejar de escribir y solo me permito sentir y dar las gracias por ser un hombre que piensa que ha sido totalmente entregado, pero que siente que aun quedan muchos rincones de su alma por entregar y fundirlo en un abrazo…. Me fundo en este instante, mientras siento todo eso, en la bocanada del recuerdo en el que hoy experimento.

Ser de las pequeñas cosas, de los momentos breves, de los silencios que parecen eternizarse en la soledad de un pensamiento, incerteza, confianza, preguntas que me laten y hacen diana en el centro de mi alma. Por encima de todo eso, está quien soy, eso me tranquiliza, independientemente de con quién lo comparta, sigo siéndolo, porque cuando se descubre la esencia de quienes somos, no hay marcha atrás, creo que es lo único que nunca podremos olvidar, por mucho que nos domestiquen, así mientras me detengo para recuperar fuerzas, me impulso con mis pequeñas alas, ignorando el dolor que me produce el esfuerzo y continuar el vuelo. Soy del país de los sueños y mis realidades plasmadas en letras. Soy el hombre del poema del tiempo, borracho del pasado de sueños, envilecido de los anhelos del viento amante de la muerte salvadora, amante de los ojos milenarios lejanos en las mañanas de invierno, soy el que se yergue ante primaveras olorosas y levanta su nariz para inhalar todo su aroma…

Soy...soy el nino en el cuerpo de un adulto, la locura atada a mi cintura, la soledad descalza, el insomnio verdadero, soy esencia y soy nada, un ser humano por fe mas que por convicción, un alma libre que no tiene fecha ni dirección!


REFLEJO